BOLETÍN PARROQUIAL No 146
2 de junio de 2024
UN NUEVO CURSO
Ya hace muuuucho tiempo que no teníamos el Boletín Parroquial.
Tanto que ya no sé por dónde comenzar. Desde el último boletín del 2 de Junio, saltamos a este de 6 de Octubre. Sin duda parece que es demasiado tiempo el que hemos dejado de escribir. Pero, lo sabéis todos, la parroquia ha seguido funcionando: grupos, cofradías, celebraciones, adoraciones, obras, proyectos…
En fin, aquí estamos en este nuevo curso en el que la diócesis nos invita con un lema muy nuestro: “QUE LA ESPERANZA OS TENGA ALEGRES”.
Tenemos a nuestra Madre, la Virgen de la Esperanza, entre nosotros, así que, supuestamente, sabemos qué es eso de la “esperanza”.
Os anunciamos ya que, en el primer Consejo de Pastoral que tuvimos, lanzamos la idea de poder reunirnos como parroquia, todos los que queramos, para ver un poco juntos, el 26 de Octubre próximo, en ASAMBLEA PARROQUIAL, por dónde caminar juntos.
Necesitamos ideas, propuestas, iniciativas… para que nuestra parroquia pueda seguir anunciando a Nuestro Señor en estos tiempos que nos tocan vivir.
El próximo lunes nos reuniremos de nuevo para diseñar cómo va a ser este encuentro. Así que os invitamos ya a anotar en vuestra agenda ese día, 26 de Octubre, para juntarnos todos, rezar y dar pistas por dónde caminar.
Por último, desde aquí, nuestro Boletín, queremos recordar a D Gerardo Cuadra, sacerdote, que inicio su vida cristiana en nuestra parroquia, tal como figura en el libro de bautizados, y que además de celebrar durante muchos años la Eucaristía matinal cada día, tuvo a bien arreglar nuestro templo: tejado, torre, y presbiterio. Antes de fallecer, regaló a la parroquia la casulla que le hizo su madre para su ordenación. Descanse en paz y nos eche una mano desde el cielo.
PLAN DIOCESANO DE PASTORAL 2024-2025
La diócesis propone a todas las parroquias y grupos de La Rioja unas pistas para trabajar durante este nuevo curso 2024-25
En primer lugar, nos invitan a VIVIR EL JUBILEO 2025 “TESTIGOS DE ESPERANZA”, acercándonos de un modo especial a Dios y renovar nuestra fe; a celebrar y vivir el sacramento del perdón de forma especial; a trabajar por recuperar la dignidad de los desfavorecidos -trata de personas-; y a cuidar nuestra casa común.
En segundo lugar, vamos a seguir intentando caminar juntos con los otros, no solo con los nuestros o con “mi grupo”; vamos a cambiar nuestra forma de trabajar en las parroquias de Logroño, uniéndonos todas en un solo arciprestazgo; y nos proponen también dar más fuerza a los consejos parroquiales de pastoral y de economía.
En tercer lugar, debemos promover el tema vocacional y no solo de vocaciones al sacerdocio, sino también a la vida religiosa, contemplativa, misionera y matrimonial.
Y por último, nos ofrecen nuevos programas de formación cristiana dirigidos a todo el Pueblo de Dios: Curso de Fundamentos de la Fe; de Doctrina Social de la Iglesia; de Patrimonio Histórico; de Biblia; y de Liturgia.
EL EVANGELIO DEL DOMINGO
Hoy, los fariseos quieren poner a Jesús nuevamente en un compromiso planteándole la cuestión sobre el divorcio. Más que dar una respuesta definitiva, Jesús pregunta a sus interlocutores por lo que dice la Escritura y, sin criticar la Ley de Moisés, les hace comprender que es legítima, pero temporal: «Teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón escribió para vosotros este precepto» (Mc 10,5).
Jesús recuerda lo que dice el Libro del Génesis: «Al comienzo del mundo, Dios los creó hombre y mujer» (Mc 10,6, cf. Gn 1,27). Jesús habla de una unidad que será la Humanidad. El hombre dejará a sus padres y se unirá a su mujer, siendo uno con ella para formar la Humanidad. Esto supone una realidad nueva: dos seres forman una unidad, no como una “asociación”, sino como procreadores de Humanidad. La conclusión es evidente: «Lo que Dios unió, no lo separe el hombre» (Mc 10,9).
Mientras tengamos del matrimonio una imagen de “asociación”, la indisolubilidad resultará incomprensible. Si el matrimonio se reduce a intereses asociativos, se comprende que la disolución aparezca como legítima. Hablar entonces de matrimonio es un abuso de lenguaje, pues no es más que la asociación de dos solteros deseosos de hacer más agradable su existencia. Cuando el Señor habla de matrimonio está diciendo otra cosa. El Concilio Vaticano II nos recuerda: «Este vínculo sagrado, con miras al bien, ya de los cónyuges y su prole, ya de la sociedad, no depende del arbitrio humano. Dios mismo es el autor de un matrimonio que ha dotado de varios bienes y fines, todo lo cual es de una enorme trascendencia para la continuidad del género humano» (Gaudium et spes, n. 48).
De regreso a casa, los Apóstoles preguntan por las exigencias del matrimonio, y a continuación tiene lugar una escena cariñosa con los niños. Ambas escenas están relacionadas. La segunda enseñanza es como una parábola que explica cómo es posible el matrimonio. El Reino de Dios es para aquellos que se asemejan a un niño y aceptan construir algo nuevo. Lo mismo el matrimonio, si hemos captado bien lo que significa: dejar, unirse y devenir.