Contenido del Boletín 48

DOMINGO 27º DEL TIEMPO ORDINARIO

(continuación)

Para comprender mejor el texto es importante saber que este tema estaba regulado entre los israelitas desde Deut. 24,1-4, cuya intención original era tutelar a la mujer y garantizarle cierta libertad. Pero, en tiempos de Jesús, el divorcio era concedido con suma facilidad y esto era humillante para las mujeres. El Señor niega la posibilidad de repudio y, con ello, quita al hombre el poder sobre la mujer; así fue “…al principio de la creación…” (Mc. 9,6), este era el plan proyectado por Dios para todos nosotros (Gen. 2,24); entonces, Dios creó al ser humano para la complementariedad (varón y hembra: Mc. 10,6) y para la comunión (“…y serán los dos una sola carne”: Mc. 10,8). Si Jesús apela al momento de la creación es porque nos hace una llamada a la conversión, a empezar de nuevo, a optar no por “la dureza de nuestro corazón” (Mc. 6,5), sino por la bondad y la voluntad de Dios.

Quienes tenéis la vocación matrimonial: ¿Vivís vuestra relación sabiendo que sois con vuestro cónyuge “…una sola carne” (Mc. 10,8)? Quienes tenemos otros estados de vida: ¿Respetamos de pensamiento, deseo, obra,… la dignidad de los demás,… incluso sabiendo que puedan ser “…una sola carne” (Mc. 10,8) con otras personas?

Cambia el escenario y el auditorio: Jesús, en la intimidad del hogar y a sus discípulos, les sigue explicando acerca del divorcio (Mc. 10,10-12). Y en el hogar, en la intimidad de la familia,… ¿explican los padres de familia a sus hijos la bondad y la voluntad de Dios?

Tercera escena (Mc. 10,13-16): Jesús está de nuevo en público y esta vez son unos niños quienes sus padres le acercan “…para que los tocara,…” (Mc. 10,13: ¡¡Cómo me recuerda esta escena a lo que hacen, todos los meses en nuestra Parroquia, tantos logroñeses acercando a sus hijos a la Virgen de la Esperanza!!). Sin embargo, sus discípulos asustan y espantan a los niños, y el Señor les recrimina: “Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis, pues de los que son como ellos es el reino de Dios” (Mc. 10,14). En la sociedad judía de entonces los niños no contaban nada hasta que, a la edad de trece años, pasaban a convivir como adultos. El niño es aquel que tiene un futuro incierto, es indefenso, necesitado de la intervención de adultos, de una alegría y un sufrimiento sinceros,… Es más, frente a la arrogancia y orgullo de los adultos (que piensan que haciendo “tal cosa” tienen derecho al Reino de los cielos), el niño cree que Dios es un Padre bueno que le regala su amor, su perdón,… y la vida del cielo, por eso, “…quien no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él” (Mc. 10,15). Y el Señor multiplicará la petición de sus padres: Se los habían acercado “…para que los tocara,…” (Mc. 10,13), Jesús “…tomándolos en brazos los bendecía imponiéndoles las manos” (Mc. 10,16).

Y nosotros, en nuestra relación con Dios, ¿somos “como niños”?

(Regresar)

lineaDiv

VISITA DE LA CRUZ DE LA JMJ

(continuación)

En su estancia en Logroño el Secretariado de Juventud de nuestra Diócesis organizó diversos actos en nuestra parroquia que se iniciaron con el solemne  recibimiento de la Cruz y la celebración de la Santa Misa que estuvo presidida por el Administrador Diocesano D. Vicente Robredo. Posteriormente se hizo una vigilia de oración con participación de numerosos jóvenes riojanos.

Para el y traslado solemne de la Cruz se contó con la ayuda de la Cofradía de Jesús Nazareno, varios cofrades llevaron la cruz al ritmo que marcaba la banda de tambores de la Cofradía. También la Cofradía de la Esperanza participó portando el Icono de la Virgen. Para ser un lunes de comienzo de curso asistió bastante gente y, sobre todo, un buen número de jóvenes que nos recuerdan  que en La Rioja hay muchos jóvenes que ponen esfuerzo para vivir su fe.

(Regresar)

lineaDiv

AYUDA A LOS DAMNIFICADOS POR EL VOLCÁN DE LA PALMA

(continuación)

De igual modo, también se pueden realizar aportaciones a través del código 03762 del sistema BIZUM, la aplicación bancaria que podemos descargar en nuestros teléfonos móviles.

Cabe señalar que entre los afectados que han tenido que ser evacuados y que han perdido sus viviendas se encuentran distintos agentes de Cáritas de las comunidades parroquiales de los municipios de El Paso y Los Llanos de Aridane.

Cáritas Diocesana de Tenerife articula su trabajo en dos arciprestazgos en la isla de La Palma, en Santa Cruz de La Palma y Los Llanos de Aridane. Además de la acogida y el acompañamiento a las familias más vulnerables, se desarrolla el proyecto Mila, de empleabilidad de personas en situación de exclusión social o en riesgo de padecerla; y el proyecto de Unidades Móviles de Atención en Calle para personas sin hogar.

(Regresar)

lineaDiv

ERMITAS, HOGAR DE SANTA MARÍA

(continuación)

Es una peregrinación para toda la familia. Hay que llegar hasta Villoslada de Cameros, continuamos en el coche hasta “El Achichuelo”, 6 km., donde nos concentraremos a las 11 h. de la mañana. Después subiremos andando hasta la ermita, unos 3 km.

Hemos preparado una serie de acciones una vez hayamos llegado a la ermita y que podéis encontrar entrando en nuestra pág. Web:

www.iglesiaenlarioja.org/familia-y-vida

o a través del WhatsApp: 660 960 605

y en las redes sociales @riojafamilia

(Regresar)

Contenido del Boletín 47

DOMINGO 12º DE TIEMPO ORDINARIO

(continuación)

El mar de Galilea es pequeño pero, cuando se levanta una tormenta, es capaz de hundir aquellas barquichuelas en las que los pescadores faenaban a diario. Así parece que va a suceder en la escena de hoy: “Se levantó una fuerte tempestad y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua” (Mc. 4,37). Sin embargo, el Señor parece no darse cuenta del peligro que corren Él y sus discípulos: “Él estaba en popa, dormido sobre un cabezal” (Mc. 4,38). Es un texto en el que se nos enseña que, junto a Jesús, podemos afrontar “las tormentas” de la vida. ¡¡Ya vendrán “las tormentas” de las persecuciones (como las han vivido y viven tantos cristianos) y de los tantos problemas, que parece que la “barquichuela de S. Pedro”, la Iglesia, va a pique!!

Jesús parece estar ausente, por ello, la llamada de los discípulos: “Maestro, ¿no te importa que perezcamos?” (Mc. 4,39). La escena nos plantea un problema de fe, de confianza en Jesús. ¡¡Cuántas veces, ante los problemas de salud, propios o de los nuestros, y más con esta pandemia que padecemos, y sus consecuencias, la crisis económica, el desempleo,… no habremos levantado los ojos al cielo, rezando: “…¿no te importa…?”!! Es todo un contraste de actitudes: Los discípulos parecen tener miedo, Jesús, “…en popa, dormido…”, está en paz, afronta el problema con serenidad. ¿Hasta dónde llega nuestra fe? ¿Cuáles son nuestros miedos?

Y se produce el milagro: “Se puso en pie, increpó al viento y dijo al mar: ¡Silencio, enmudece! El viento cesó y vino una gran calma” (Mc. 4,39).

Y seguidamente pregunta a sus discípulos: “¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?” (Mc. 4,40): Ante tanta “borrasca” en nuestra vida, incluso, ante el miedo o vergüenza a la hora de dar testimonio de vida cristiana,… el Señor dirige su mirada y su palabra a nosotros y nos interroga como a sus discípulos. ¿Acaso Él no murió en la Cruz, pensando nosotros que así finalizaba el proyecto de Jesús y, sin embargo, resucitó y nos envió su Espíritu, para que sigamos su tarea?

Y, es posible que, ante el asombro por los signos maravillosos que el Señor hace en nuestras vidas, nos preguntemos: “¿Pero quién es este? ¿Hasta el viento y el mar le obedecen?” (Mc. 4,41): Sí, pregúntate, ¿quién es este, que ha muerto en la Cruz y ha salvado mi vida?, ¿quién es este que está siempre conmigo y se preocupa por mí?

(Regresar)

lineaDiv

HAZ MEMORIA

Misiones

(continuación)

Esta misión ha sido confiada a la Iglesia y la realizan todos sus miembros, cada uno según su vocación, su carisma, su lugar en la historia y las peculiares condiciones de su tiempo, pero afecta a todos. Una pequeña parte de quienes forman parte de la Iglesia consagran su vida entera a esa misión. Son los religiosos y religiosas, los consagrados, los sacerdotes. Ellos han hecho de su vida un compromiso para la extensión del pueblo de Dios. En la medida de la vocación peculiar de cada uno, algunos anuncian el evangelio en el ámbito de la educación, de la sanidad, en la atención a los más necesitados. Otros viajan a países lejanos para comenzar el anuncio del Evangelio.

Por otra parte, la gran mayoría de los cristianos, también convocados a esa misión, la realizan en su ambiente normal, en el trabajo, entre sus amistades, en la familia… buscando las ocasiones propicias para dar testimonio de su pertenencia al Pueblo de Dios y de su compromiso con el anuncio del Evangelio. Muchos de ellos adquieren un cierto compromiso con la Iglesia como voluntarios y comprometen una parte de su tiempo en la catequesis parroquial, en la ayuda a la celebración, en los servicios parroquiales de Cáritas, etc. Con la conciencia de enviados por el Señor, en cualquier lugar se puede prestar un servicio valioso de anuncio del Evangelio.

Entre quienes han consagrado su vida entera a la misión de la Iglesia, destacan los casi 11.000 españoles que han abandonado su tierra y sus aspiraciones personales para ir a otros lugares a servir el evangelio, entregando su vida y compartiéndola con aquellos que la Iglesia les ha confiado. Dentro de nuestras fronteras, más de 63.000 personas, entre sacerdotes y religiosos, permanecen en España entregando la vida en los amplísimos territorios de la misión de la Iglesia, también convocados por la llamada del Señor y también dejando sus aspiraciones personales y, en muchos casos, su propio hogar.

En muchos lugares, esta misión de la Iglesia realiza una labor primera de humanización, promoviendo la mejora de la calidad de vida, la acogida, el cuidado, la protección y la promoción de las personas en situación de vulnerabilidad. En ello se dan la mano quienes trabajan dentro de la Iglesia en la asistencia social, la sanidad y la educación. Sobre esa labor se puede realizar el anuncio de Jesucristo y la pertenencia al Pueblo de Dios, que abre el corazón a una existencia llena de esperanza.

Toda la acción de la Iglesia tiene como objetivo último el conocimiento de Jesús y el trato personal con Él. Esta es la misión recibida, el anuncio de la buena noticia de Jesús. La llamada a la Nueva Evangelización, que hicieron los papas anteriores, o el ser Iglesia en salida como le llama el papa Francisco convoca a todos los bautizados a ser responsables de una misión que se realiza también aquí y ahora y en todo el mundo. El mundo entero es territorio de misión: en todos los ámbitos, en todos los lugares, a todas las personas, de cualquier procedencia, edad y condición se les puede anunciar el Evangelio.

(Regresar)

lineaDiv

Contenido del Boletín 46

SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

(continuación)

Rendir culto al Sagrado Corazón de Cristo significa adorar aquel Corazón que, después de habernos amado hasta el fin, fue traspasado por una lanza y, desde lo alto de la cruz, derramó sangre y agua, fuente inagotable de vida nueva. Como escribió San Juan Pablo II, “junto al Corazón de Cristo, el corazón del hombre aprende a conocer el sentido verdadero y único de su vida y de su destino, a comprender el valor de una vida auténticamente cristiana, a evitar ciertas perversiones del corazón humano, a unir el amor filial hacia Dios con el amor al prójimo. Así -y esta es la verdadera reparación pedida por el Corazón del Salvador- sobre las ruinas acumuladas por el odio y la violencia, se podrá construir la civilización del Corazón de Cristo”

(Regresar)

lineaDiv

DOMINGO 11º DEL TIEMPO ORDINARIO

(continuación)

“Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender” (Mc. 4,33): Es interesante comenzar por esta expresión de S. Marcos para conocer el método didáctico del Señor. Las parábolas son imágenes y comparaciones, tomadas de la vida de quienes escuchan, para acercarlos a lo que desconocen y así aprendan a comprenderlo. En este caso, dirigiéndose el Señor a unas personas del mundo agrícola, les habla sobre el Reino de Dios, sobre la presencia de Dios en nuestras vidas, con escenas propias del trabajo de labranza.

En la primera parábola (Mc. 4,26-29), la semilla de un cereal germina hasta llegar a grano, a pesar que el sembrador desconoce el cómo. En la segunda (Mc. 4,30-32), una pequeñísima semilla, que se puede perder entre los dedos del labrador, la semilla de mostaza, llega a convertirse en una gran hortaliza, a pesar de que el sembrador desconozca el por qué. Y, ¿qué es lo que Jesús quiere enseñar a sus oyentes? Que Dios está presente en sus vidas, a pesar de no ser conscientes siempre de esta verdad o que nos parezca insignificante; que Dios está comprometido con la vida de toda la humanidad, con un compromiso total.

No quiere hablarnos el Señor de teorías abstractas,… quiere hablarnos del misterio de Dios Padre, para que podamos comprender un poco. Nos habla de un Dios que entra en nuestras vidas, que actúa, que nos quiere tomar de la mano y guiarnos por este mundo,… Pero esta enseñanza de Jesús es también una exigencia: Se nos invita a creer y a dejarnos llevar por esta fe.

¿Te das cuenta que, desde que conociste a Dios, desde que “sembraron” en ti la fe, has dado muchos frutos? ¡¡Qué misterio!! No se debe exclusivamente a tu esfuerzo, es Dios el que ha hecho tu vida fértil. ¿Te das cuenta que, con está acción de Dios, apoyada por tu esfuerzo de obrar con bondad, otros han acogido la verdad del Evangelio y “viven como los pájaros bajo su sombra” (Mc. 4,32)?

Cuando te tiente la idea de que tu testimonio de vida cristiana no sirve, recuérdalo, es obra de Dios, quien de forma callada hará que dé fruto abundante.

(Regresar)

lineaDiv

QUÉ QUEDA EN NUESTRA IGLESIA DE 1521

(continuación)

Ante todo sabemos que la iglesia no era como la vemos ahora, en el año 1500 un incendio destrozó  buena parte de la iglesia medieval y poco después se inició la construcción de la iglesia renacentista. Sabemos que la construcción actual no se terminó hasta 1550, pero suponemos que en 1521 ya estaría construido el ábside y las primeras bóvedas.

Sobre esta base podemos pensar que en el presbiterio se  encontraría el retablo gótico con la imagen de Santiago, la que actualmente está en el centro del retablo, rodeada de las tablas que se han restaurado recientemente y que están actualmente junto a la pila bautismal. En la foto adjunta recreamos cómo sería su situación pues se sabe con seguridad que estuvo en el ábside hasta el siglo XVII.

Por supuesto que también estaba en nuestra iglesia de Santiago la imagen de la Virgen de la Esperanza a la que, según la tradición rezaban los logroñeses para pedir la liberación de la ciudad y que seguramente es el inicio de la consideración de la Esperanza como patrona de Logroño. En aquel momento no tenía la corona que luce ahora, así que posiblemente estuviera con la corona que tiene la misma imagen. Aunque en ese momento es posible que la Virgen estuviera vestida como en algunas fotos antiguas que se conservan.

También estaba la imagen de Cristo  crucificado que actualmente se venera en la capilla situada a los pies de la iglesia. Este Cristo fue colocado en lo alto del retablo mayor del siglo XVII, pero en 1521 no existía ese retablo y no sabemos dónde estaba colocado, pero seguro que era objeto de devoción de los logroñeses.

Todas estas imágenes sabemos que estaban en esa época porque son anteriores al siglo XVI. Hay otras dos imágenes del siglo XVI, el Cristo y la Virgen que están en la cripta,  que suponemos fueron realizadas en fecha posterior.

No podemos saber cómo era la arquitectura de esa época ni otras imágenes que han podido desaparecer a lo largo del tiempo. Sirvan estas notas para recordar lo que, con seguridad, veían en nuestra iglesia los logroñeses de 1521.

(Regresar)

lineaDiv

CENTENARIO DE LA PRESENCIA DE LA VIRGEN DE LA ESPERANZA EN LA PROCESIÓN DEL DÍA DE SAN BERNABÉ

(continuación)

Aquel 10 de junio el tradicional recorrido del Santo desde el Consistorio hasta la Concatedral de la Redonda para las Vísperas se vio ampliado acudiendo la corporación municipal con el santo en primer lugar a recoger la imagen de la Virgen de Santiago.

Por primera vez las imágenes patronales formaron parte de un mismo cortejo y a la llegada a la Concatedral de la Redonda también se vivió un momento histórico, puesto que fue la primera vez en la historia que Nuestra Señora de la Esperanza pisaba el primer templo de la ciudad.

(Regresar)

lineaDiv

HAZ MEMORIA

Labor Pastoral: Enviados a una misión

(continuación)

La misión del pastor de alimentar al rebaño, de protegerle en los peligros, de acompañarlo a los pastos más suculentos, de curar a los que están enfermos es la que, en la Iglesia, realizan los obispos, los sacerdotes, los religiosos, todos los consagrados al servicio del Pueblo de Dios.

Es lo que se llama la acción pastoral de la Iglesia y que tiene muchas expresiones, que se pueden resumir en estas cuatro dimensiones: acompañar, cuidar, curar y proteger al Pueblo de Dios. En ellas cabe desde la catequesis, la visita a los enfermos y a los presos, el cuidado de los moribundos, los colegios, las editoriales de la Iglesia y sus medios de comunicación, la confesión y el acompañamiento espiritual,… Toda la actividad de la Iglesia tiene como fin el servicio al Pueblo de Dios.

A lo largo de la historia de la Iglesia, son abundantes los testimonios de aquellos que han entregado su vida, como el buen pastor, en el cumplimiento de la misión que habían recibido: catequistas, sanitarios, sacerdotes, misioneros, miles de santos, en cualquier lugar del mundo, en cualquier momento de la historia: Teresa de Calcuta, Juan Pablo II, Óscar Romero, Benito Menni, Catalina Labouré, Teresa de Ávila, Agustín de Hipona, Pablo de Tarso, son ejemplos de una multitud de personas que se entregaron a la misión pastoral de la Iglesia, entendida tanto en lo material como en lo espiritual.

No obstante, aunque la misión pastoral la realizan con toda su vida los consagrados, todos los demás bautizados participan también de esa misión, según su vocación y su lugar en la Iglesia. Los fieles laicos hacen presente el testimonio cristiano en el mundo de trabajo, de las relaciones personales, de la política, etc. Pero muchos de ellos, además, colaboran en la misión pastoral de la Iglesia según sus posibilidades y sus capacidades. Lo hacen dedicando una parte de su tiempo a esa labor, en cualquiera de sus campos: dando catequesis, acompañando a enfermos o visitando a presos como voluntarios, en los ministerios laicales de acólitos y lectores.

Esta actividad pastoral se prolonga en la Iglesia, continuando la misión de Jesucristo, sacerdote, profeta y rey, hasta el final de los tiempos. De la labor pastoral brota la acción social de la Iglesia, el empeño por cuidar al Pueblo de Dios se prolonga a todas las personas que están cerca, sean o no, parte de la Iglesia. La responsabilidad de sus miembros en la misión pastoral de la Iglesia es garantía del cumplimiento del mandato de Jesús, que dejó dicho: “Id por todo el mundo y anunciad el Evangelio”.

(Regresar)

lineaDiv

Contenido del Boletín 45

DOMINGO DE CORPUS CHRISTI

(continuación)

Durante las fiestas de la Pascua, Jerusalén se llenaba de peregrinos y los habitantes de la ciudad ofrecían a los venidos de fuera habitaciones, especialmente a familiares y amigos, para celebrar en ellas la cena de la Pascua. A esta costumbre se refiere la primera parte del texto de hoy (Mc. 14,12-16), en la cual encontramos una pregunta, que puede pasar desapercibida y, sin embargo, nos tiene que hacer reflexionar: “El Maestro pregunta: ¿Cuál es la habitación donde voy a comer la Pascua con mis discípulos?” (Mc. 14,14), preguntan los dos discípulos al dueño de la casa. Nosotros podemos preguntarnos: ¿Cuál es el lugar en el que voy a celebrar la Pascua con el Señor? ¿Preparo mi corazón, mi cabeza,… y toda mi persona para encontrarme con Él? ¿Acudo a la Eucaristía siendo consciente de la novedad de este encuentro con el Señor,… o lo hago con la rutina de tantas otras cosas que realizo en el Domingo (el vermouth después de Misa, la siesta dominical, el paseo vespertino tranquilo,…)?

La segunda parte del texto (Mc. 14,22-26), es conocida por todos, pero está llena de matices, que es bueno que meditemos en alguna de ellas:

Durante la cena, el Señor “…tomó pan y, pronunciando la bendición, lo partió y se lo dio…” (Mc. 14,22): Son las mismas acciones y gestos que el Señor hizo en la multiplicación de los panes y los peces (Mc. 6,41); son las mismas acciones que hará Resucitado ante los discípulos de Emaús y, entonces, ellos lo reconocerán (Lc. 24,30): ¿Siento la presencia del Señor en la comunidad que se reúne en la Eucaristía, en la Palabra que se proclama, en el Cuerpo y la Sangre que nos comparte?

“…diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo” (Mc. 14,22): No, “mi carne”; “…esto es mi cuerpo”. En este caso “cuerpo” es lo mismo que “persona”: El mandato de “comer la persona de Jesús” es lo mismo que entrar en comunión total con Él, Pan partido y compartido: ¿Mi participación en la Eucaristía me lleva a compartir mi fe, mi vida,… con aquellos con los que me encontraré a lo largo de la semana? ¿Mi comunión total con el Pan que se parte y se comparte me lleva a compartir mi vida con los más pobres, los excluidos de la sociedad?

“Después tomó el cáliz,… Y les dijo: Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos” (Mc. 14,24), que recuerda a aquella alianza de “la sangre” con la que se pintó el dintel de las casas, la víspera de la liberación de la esclavitud de Egipto (Ex. 12,7) o la sangre con la que Moisés roció al pueblo, recordándole la antigua alianza (Ex. 24,8). Pero esta “sangre derramada” nos anuncia el sacrificio de la Cruz de Cristo. La Sangre de Cristo es el “sello” de la Nueva Alianza de la salvación de Dios para toda la humanidad.

En el Pan y el Vino de la Eucaristía, en el Cuerpo y la Sangre de Cristo hay algo más que una presencia, es una presencia que “se derrama”, que se entrega por nosotros y que nos pide siempre, a quienes participamos en la Eucaristía, la entrega y “la pérdida” de la propia vida en favor de los demás.

Terminaba el Señor, diciéndonos: “En verdad os digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios” (Mc. 14,25): Expresión llena de esperanza. Ese cáliz del sufrimiento que bebieron Jesús y sus discípulos, aquella noche, la víspera de su Pasión, y que beben tantos cristianos a lo largo de su vida, se transformará un día en el vino nuevo del gozo tomado en la Vida Eterna.

(Regresar)

lineaDiv

SAN BERNABÉ QUINIENTOS AÑOS DESPUÉS

(continuación)

Pero a pesar de todo en nuestra parroquia vamos a procurar vivirlo con toda la solemnidad posible como corresponde a la iglesia que tuvo un gran protagonismo en esos hechos históricos que recordamos y que contiene la imagen de la Virgen de la Esperanza a la que rezaban nuestros antepasados con confianza en ese momento de necesidad. Así lo haremos también nosotros este año en estos problemas que estamos padeciendo con motivo de la pandemia.

En la iglesia de Santiago tenemos la imagen de San Bernabé en lo alto del retablo de la Virgen de la Esperanza. Así que podremos celebrar su fiesta con la presencia de las dos imágenes. Tendremos misa normal a las 12. Y por la tarde una Misa especial a las 19,30 con la Virgen de la Esperanza en la que recordaremos la importancia de nuestra iglesia en la historia del sitio de Logroño. A esta celebración se invita a todos los miembros de la Cofradía de la Esperanza y a todos los fieles que quieran acompañarnos hasta completar el aforo máximo de 200 personas. Aunque la fiesta popular esté reducida al mínimo, la fiesta religiosa se celebrará con normalidad, os esperamos.

(Regresar)

lineaDiv

DÍA NACIONAL DE CARIDAD

(continuación)

En este día de la Caridad, la Iglesia también nos recuerda que la Eucaristía sin caridad se convierte en culto vacío. No olvidemos que Jesús mismo nos ha dicho en una página solemne del Evangelio, que lo que hagamos o dejemos de hacer con los necesitados, a Él mismo se lo hacemos (Mt 25).

Acudamos todos a nuestras iglesias en esta fiesta del Corpus Christi, para celebrar que con Jesús siempre nace y renace la vida, y salgamos de la Eucaristía con un corazón más compasivo, con unos ojos más vivos y con los oídos atentos para escuchar el clamor de los pobres y el mandamiento del Señor: “¡Dadles vosotros de comer!” (Mc 6,37).

(Regresar)

lineaDiv

HAZ MEMORIA

Catequesis – Anuncio del Evangelio

(continuación)

En el comienzo, la catequesis ha estado vinculada a la formación para recibir uno de los sacramentos. En principio, de manera especial, para recibir los sacramentos de la iniciación cristiana (bautismo, eucaristía y confirmación). Además, desde hace unos años, existe también preparación para el sacramento del matrimonio, de la confesión y, cuando se da en una celebración comunitaria, también para la unción de los enfermos.

La insistencia en la necesidad de conocer bien la fe que se vive y se celebra, ha ido dando lugar a grupos de formación cristiana y a una catequesis continuada que, menos formal, pero tan eficaz como la sacramental, se realiza en las parroquias y en los grupos de vida de innumerables organizaciones religiosas con el objetivo de dar a conocer la fe, para poder vivirla.

Hace unas semanas, el Papa Francisco ha querido establecer el ministerio laical de catequista, como una necesidad urgente para la evangelización en el mundo contemporáneo. El objetivo es reconocer en la comunidad este servicio y poner la confianza en algunos de los catequistas de las parroquias con el ministerio instituido. Para realizar esta misión, el Papa Francisco ha querido poner en valor la presencia de laicos y laicas que, en virtud del propio bautismo, se sienten llamados a colaborar en el servicio de la catequesis, lo cual puede permitir el encuentro de la Iglesia con las jóvenes generaciones. Al mismo tiempo, en el documento que instituye este ministerio laical, el Papa llama a una exigencia de metodologías e instrumentos creativos que hagan coherente el anuncio del Evangelio con la transformación misionera que la Iglesia ha emprendido.

Si bien este ministerio se puede encontrar ya en el evangelio de Lucas y en las cartas de san Pablo, toda la historia de la Iglesia rezuma el trabajo de los catequistas y reconoce el ejemplo de algunos de ellos que dieron su vida, de manera martirial, en este servicio. El concilio Vaticano II señaló que la tarea del catequista es de suma importancia para el desarrollo de la comunidad cristiana. En su carta apostólica Antiquum Ministerium, el Papa Francisco, sin restar el papel que deben realizar los padres en la formación de los hijos, o el papel del obispos en la vida cristiana de una diócesis, señala que es destacable el papel de los laicos que colaboran en el servicio de la catequesis, y ofrecen “la belleza, la bondad y la verdad de la fe cristiana.

El catequista es testigo de la fe, maestro, mistagogo, compañero y pedagogo. Enseña lo que vive, transmite su propia experiencia, anuncia aquello que ha recibido como don para los demás y se pone al servicio pastoral de la transmisión de la fe desde el primer anuncio hasta la preparación para los sacramentos de la iniciación cristiana, hasta la formación permanente. Para ello, el Papa les invita y al mismo tiempo les exige a realizar su ministerio con la ayuda de “la oración, el estudio y la participación directa en la vida de la comunidad”.

(Regresar)

lineaDiv