“MARATÓN DE ORACIÓN” A LA VIRGEN CONTRA LA PANDÉMIA
(continuación)
Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios.
En la presente situación dramática, cargada de sufrimientos y de angustias, que abarca a todo el mundo, recurrimos a Ti, Madre de Dios y Madre nuestra, y buscamos refugio bajo tu protección.
Oh, Virgen María, dirige a nosotros tus ojos misericordiosos en esta pandemia del coronavirus, y consuela a quienes están perdidos y lloran por sus queridos difuntos, sepultados a veces en una forma que hiere el alma.
Sostiene a quienes están angustiados por las personas enfermas, a las cuales, para impedir el contagio, no pueden estar cerca.
Infunde confianza en quien está en ansia por el futuro incierto y por las consecuencias sobre la economía y sobre el trabajo.
Madre de Dios y Madre Nuestra, implora de Dios para nosotros, Padre de misericordia, que esta dura prueba termine y que vuelva un horizonte de esperanza y de paz.
Como en Caná, interviene ante tu Hijo Divino, pidiéndole de consolar a las familias de los enfermos y de las víctimas y de abrir su corazón a la confianza.
Protege a los médicos, los enfermeros, el personal sanitario, los voluntarios que en este periodo de emergencia están en primera línea y ponen en riesgo su vida para salvar otras vidas.
Acompaña su cansancio heroico y dona a ellos la fuerzan, bondad y salud.
Permanece al lado de quienes, por la noche y de día, asisten a los enfermos y a los sacerdotes que, con cura pastoral y compromiso evangélico, buscan ayudar y sostener a todos.
Virgen Santa, ilumina las mentes de los hombres y de las mujeres de ciencia, para que encuentren soluciones correctas para vencer este virus.
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DOMINGO DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
(continuación)
Nuestro modo de vivir debe tener también esta doble dimensión: Vivir en este mundo, con toda la alegría y el sufrimiento que se hallan en él,… sabiendo disfrutar con unos,… felices mientras enjugamos las lágrimas de otros,… y con el corazón dirigido “al cielo”.
El Señor se ha aparecido a María Magdalena (Mc. 16,9), a los dos discípulos de Emaús (Mc. 16,12);… y la reacción de los Once es de tristeza (Mc. 16,10) y de incredulidad (Mc. 16,11.13). Al aparecerse a los Once, se “lo echará en cara” (Mc. 16,14). Y seguidamente se da la escena de la Ascensión del Señor a los cielos (Mc. 16,15-20), en la cual se resalta la última voluntad de Jesús Resucitado a sus discípulos, el envío a todo el mundo para dar testimonio del Evangelio (Mc. 16,15), sabiendo que Él estará siempre a su lado (Mc. 16,20).
“Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación” (Mc. 16,15): Es la voluntad del Señor: “Id… y proclamad…”. Este mandato del Señor choca con nuestros miedos, nuestras perezas,… “…al mundo entero…”, que no tiene por qué ser el globo terráqueo,… Para la mayor parte de nosotros, “el mundo entero” es nuestra familia, es nuestro lugar de trabajo, es nuestro tiempo y lugar de descanso,… ¿Damos testimonio de nuestra fe en Jesús en nuestros ambientes cotidianos? De nuestro testimonio, guiado por el Espíritu de Dios, depende que otros “crean” y se “bauticen” (Mc. 16,16),… que otros quieran vivir según el proyecto de Jesús.
“A los que crean, les acompañarán estos signos:…” (Mc. 16,17) y se añaden algunos de los signos milagrosos que realizó Jesús en su vida terrena y otros nuevos: “…echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos” (Mc. 16,17-18): ¿Qué signos, qué obras,… realizamos cada uno de nosotros para que quede confirmada la fe que profesamos?
“Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios” (Mc. 16,19): Es parte de lo que celebramos hoy y es un hecho que decimos creer y lo profesamos en la Eucaristía dominical.
“Ellos se fueron a predicar por todas partes y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban” (Mc. 16,20): Los discípulos, ya convertidos en Apóstoles, “enviados”, son fieles a la voluntad de Jesús,… aunque debemos creer que es el mismo Dios el que ha regado sus corazones de su bondad, fidelidad y poder. Y, por supuesto, debemos creer en la eficacia de su testimonio,… Ninguna dificultad, ningún obstáculo impedirá el avance de la misión evangelizadora, pues el Señor está y estará siempre acompañando a los suyos. ¿Sentimos la presencia del Señor en nuestra tarea de anunciar el Evangelio?
Para terminar, una pequeña reflexión: Esta fiesta de la Ascensión del Señor debe llenar nuestro corazón de esperanza y alegría, pues siguiendo sus pasos esperamos llegar a donde ha ido Él. Y debe ser un reto evangelizador para todos los que nos decimos creyentes: Aquel “Id…” no únicamente se lo dijo a los Once discípulos,… nos lo repite a nosotros cada día.
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HAZ MEMORIA
Patrimonio – Una valiosa expresión de fe
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En el mundo del arte, las primeras expresiones de la capacidad creativa del Evangelio se hace visible ya en las catacumbas romanas. En cuanto el cristianismo es reconocido por el Imperio Romano, en el primer cuarto del siglo IV, la expresión de la fe se muestra en templos y lugares de culto en la que los cristianos se reúnen. En España, las primeras expresiones artísticas de la fe datan también del siglo IV. En Palencia, la parroquia de S. Juan de Baños de Cerrato, fue construida en el siglo VII, en plena dominación visigótica y sigue siendo una referencia artística de primer nivel.
La amplia expansión del cristianismo dio origen en toda Europa a numerosos movimientos artísticos de gran nivel. En el siglo XI el románico se extiende como la expresión artística más relevante y numerosas iglesias del norte de España, ya libre de la invasión musulmana, construye sus iglesias y catedrales en ese estilo, siendo sus principales representantes las catedrales de Sigüenza, Zamora, Urgel, Ávila o Santiago de Compostela. A partir del siglo XIV, llegado de Francia a través del Camino de Santiago, llega el gótico que tiene también su principal presencia en la mitad norte de España. Así seguirá pasando con el resto de los movimientos artísticos que encuentran en la Iglesia un lugar privilegiado para la creación artística.
Más allá de las piedras
El arte no sólo se expresa en los edificios. Este patrimonio es de orden material en toda su extensión: edificios, pinturas, esculturas, retablos, obras literarias o piezas musicales brota del genio creador inspirado por el cristianismo. Las pinturas y esculturas, los retablos y las sillerías de las catedrales seguirán los cánones de cada momento, del románico, al gótico, al bárroco, al renacimiento, etc. Lo mismo la literatura y la música se verán enriquecidas con composiciones literarias y musicales de primer nivel. Detrás de muchas de esas obras que serán parte de la historia de España está en muchos casos el impulso de la Iglesia, que a través de obispados, mecenas y cabildos y siempre con la colaboración de artistas y artesanos locales configuraron una cultura vinculada al cristianismo.
En la creación de ese patrimonio los fieles han contribuido de manera eficaz. En buena parte con sus aportaciones económicas que, en modo de mecenazgo de la Iglesia, hicieron surgir catedrales, ermitas, basílicas o iglesias en todo el territorio nacional. También participaron como mano de obra no solo en la construcción, sino también en la restauración, hasta nuestros días. Hoy como entonces, los miembros de la comunidad cristiana encuentran en los templos de la localidad la más valiosa expresión de la fe del pueblo y colaboran con su tiempo y su dinero a su mantenimiento y restauración.
En muchos lugares, el patrimonio material ha creado también en su entorno un patrimonio inmaterial, vinculado a la identidad de un pueblo que se hace visible en peregrinaciones, fiestas populares, romerías, etc. Tanto uno como el otro, han sido declarados en muchos lugares de España, bienes de interés cultural y están al servicio del conjunto de toda la sociedad. La propiedad del pueblo de Dios, material e inmaterial, redunda en beneficio de toda la sociedad pues atrae visitantes y turismo, y sostiene una importante industria cultural de gran valor.
La Iglesia, por ello, se emplea en dedicar una parte importante de sus recursos a la conservación del patrimonio para que siga dando testimonio de la presencia del pueblo cristiano y, en la actualidad, cuida y conserva la mayor cantidad de bienes de interés cultural en nuestro país. Ese empeño es signo manifiesto de su responsabilidad.
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EL PAPA ESTABLECE EL MINISTERIO DEL CATEQUISTA
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De este modo, existirá un Rito de Institución, pero no todo el mundo que hoy es catequista podrá optar a este ministerio laical. Y es que no es lo mismo ser catequista en una parroquia de España, que en un lugar donde apenas hay sacerdotes, donde el catequista ejerce en la práctica como el líder de la comunidad.
¿Qué es un catequista? Esta es una pregunta importante, y en la que se debe diferenciar entre lo que en ocasiones se ve y lo que debería representar. El Papa señala que “el catequista está llamado en primer lugar a manifestar su competencia en el servicio pastoral de la transmisión de la fe, que se desarrolla en sus diversas etapas: desde el primer anuncio que introduce al kerigma, pasando por la enseñanza que hace tomar conciencia de la iniciación cristiana, hasta la formación permanente que permite a cada bautizado estar siempre dispuesto ‘a dar respuesta a todo el que les pida razón de su esperanza’”.
Este ministerio tendrá diversos aspectos:
1. Habrá un Rito de Institución del ministerio de catequista
- En breve se publicará “el Rito de Institución del ministerio laical de Catequista”.
2. Es un servicio “estable” a la iglesia local
- La carta apostólica recalca que el ministerio del catequista debe ser un “servicio estable” que se “presta a la Iglesia local según las necesidades pastorales identificadas por el ordinario del lugar, pero realizado de manera laical”.
3. Un fuerte valor vocacional
- El ministerio de catequista –asegura el Papa- debe tener un “fuerte valor vocacional” y por ello se requiere que los catequistas “sean fieles colaboradores de los sacerdotes y diáconos, dispuestos a ejercer el ministerio donde sea necesario, y animados por un verdadero entusiasmo apostólico”.
4. Un servicio a los obispos para necesidades diversas
- Francisco insiste en el servicio del catequista a la iglesia local “según las necesidades pastorales identificadas por el Ordinario del lugar. De este modo, invita a las Conferencias Episcopales a hacer efectivo este ministerio “encontrando las formas más coherentes para el servicio que ellos estarán llamados a realizar”.
“Según las tradiciones locales, las Conferencias Episcopales deberán determinar los requisitos, como la edad y los estudios necesarios, las condiciones y las modalidades de acceso al ministerio”, añade en su explicación el arzobispo curial.
5. Los catequistas deben ser personas de fe y una formación sólida
Se establece que al ministerio de catequistas “sean llamados hombres y mujeres de profunda fe y madurez humana, que participen activamente en la vida de la comunidad cristiana, que puedan ser acogedores, generosos y vivan en comunión fraterna, que reciban la debida formación bíblica, teológica, pastoral y pedagógica para ser comunicadores atentos de la verdad de la fe, y que hayan adquirido ya una experiencia previa de catequesis”.
Todavía serán necesarias más explicaciones para conocer mejor el ámbito al que se puede aplicar este nuevo ministerio de Catequista.
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PARROQUIA EN CASA
– UN AÑO DESPUÉS –
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La sexta semana de Cuaresma del año pasado (del 17 al 23 de mayo) se vivió con mucho entusiasmo… ¿demasiado?…
El domingo 17 se abrieron de par en par las puertas de la Iglesia de Santiago por primera vez desde que comenzó el confinamiento, para acoger a los que se “atreviesen” a salir de casa y reunirse con otras personas. Las medidas de seguridad implementadas fueron exhaustivas y eficaces. La celebración fue todo un éxito y cundió mucho el entusiasmo.
Comentarios como este: “En Misa, muy bien y con mucha tranquilidad. Protegidos y atendidos por tanto voluntario, GRACIAS”, evidenciaron el éxito de la misa presencial.
Para los que no querían arriesgarse, se les recordó que el precepto de obligación de oír misa los domingos, seguía suspendido por decisión del Obispado, a cambio se les invitaba a seguir la misa que se transmitiría por televisión desde el seminario presidida por el obispo Don Carlos.
El día 18 se celebró, como cada día 18 la dedicación a La virgen de La Esperanza, no hubo presentación de niños, pero se siguió con la bendición a las familias que esperaban descendencia.
Una de las familias que participó en la misa con los niños, comentó que cada día a las 12 rezaban la oración a la Virgen que se propuso desde el comienzo de la pandemia y que los niños se la sabían de memoria.
Los participantes del “Chat” celebraban la recuperación de los enfermos de la parroquia… y en especial la de Fernando fue muy celebrada.
Además el “Chat” cada vez tocaba menos el tema de la pandemia y se aprovechaba, sobre todo para seguir confraternizando, como cuando, Jose Luis y María, le recordaban a Polo momentos felices.
Se realizó un video “resumen” de la experiencia vivida en la “Parroquia Electrónica”, y el párroco invitó a todos a seguir conectados, en modo diferente.
El “Chat” anunciaba su final, pero la pandemia no, así nos lo recordaban las autoridades municipales describiendo las nuevas normas para la Fase II, que comenzaría el día 25 de Mayo.
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