BOLETÍN PARROQUIAL No 132
EL MATRIMONIO
El Papa Francisco nos envió a toda la Iglesia, ya hace unos años, un documento que tituló “La alegría del Amor”. Allí habló de la familia y del matrimonio.
Yo te pregunto: si oyes “la alegría del amor”, ¿qué te sugiere?, ¿en qué piensas?, ¿te lleva a pensar en lo que has vivido en casa? ¿o piensas solo en un amor nada concreto, que te gustaría tener o alcanzar?
Cuando uno se casa, en la celebración del Sacramento del Matrimonio se dice: “
Yo…, te quiero a ti, …, como esposo y me entrego a ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y la enfermedad, todos los días de mi vida”.
El Papa habla de la “alegría del amor”, y estas palabras, que dice el novio y la novia en la boda, hablan de “alegrías y penas”. Entonces… parecen que no concuerdan entre sí. Pero si miramos nuestras vidas, no podemos ocultar que en la vida familiar “hay de todo”.
Lo gozoso del cristiano es que “en todo” cuanto le sucede, sabe que Dios está. Dios que es el Amor. Dios que es la Alegría. Por eso, cuando se mira atrás en el tiempo, 25 o 30 años, o más, de matrimonio, se ve “la alegría del Amor”.
ALPHA, EMAUS Y EFFETA
Estos meses ya sabéis que estamos celebrando las “cenas ALPHAs” en nuestra parroquia. Es toda una aventura en la que las personas que asisten, van profundizando en sus vidas y, en grupo, van descubriendo nuevos horizontes de vida, de iglesia, de Cristo.
El mes que viene tendremos otra actividad que se llama EMAÚS (porque sigue el relato del Evangelista San Lucas de los dos discípulos que tras la muerte de Cristo en la Cruz se vuelven desanimados a sus pueblos y que, en el transcurso de ese regreso, reconocen que su Maestro está vivo).
Las inscripciones para este Retiro de un fin de semana de duración, en régimen de internado, están ya abiertas. Desde aquí os invitamos a que lo hagáis. ¿Qué se hace en el Retiro? Diría simplemente que se trata de Confiar en la persona que te ha invitado y que, conociéndote, quiere y desea lo mejor para ti.
El próximo Retiro es para hombres. Algunos preguntan por qué sólo para hombres. Pero cuando han hecho el Retiro todos han comprendido que es lo mejor, porque se basa en testimonios de hombres que cuentan cómo han vivido sus vidas y cómo Cristo les ha transformado.
Y ahora empieza a aparecer otro nombre que es EFFETÁ y que podríamos decir que es otro Retiro, pero para jóvenes (18 a 29 años de edad) y en el que se producen también unos cambios maravillosos en aquellos que asisten. Ya tenemos las fechas de Effetá: 12, 13 y 14 de abril.
EL EVANGELIO DEL DOMINGO
Hoy contemplamos la escena «en la que los tres apóstoles Pedro, Santiago y Juan aparecen como extasiados por la belleza del Redentor» (San Juan Pablo II): «Se transfiguró delante de ellos y sus vestidos se volvieron resplandecientes» (Mc 9,2-3). Por lo que a nosotros respecta, podemos entresacar un mensaje: «Destruyó la muerte e irradió la vida incorruptible con el Evangelio» (2Tim 1, 10), asegura san Pablo a su discípulo Timoteo. Es lo que contemplamos llenos de estupor, como entonces los tres Apóstoles predilectos, en este episodio propio del segundo domingo de Cuaresma: la Transfiguración.
Es bueno que en nuestro ejercicio cuaresmal acojamos este estallido de sol y de luz en el rostro y en los vestidos de Jesús. Son un maravilloso icono de la humanidad redimida, que ya no se presenta en la fealdad del pecado, sino en toda la belleza que la divinidad comunica a nuestra carne. El bienestar de Pedro es expresión de lo que uno siente cuando se deja invadir por la gracia divina.
El Espíritu Santo transfigura también los sentidos de los Apóstoles, y gracias a esto pueden ver la gloria divina del Hombre Jesús. Ojos transfigurados para ver lo que resplandece más; oídos transfigurados para escuchar la voz más sublime y verdadera: la del Padre que se complace en el Hijo. Todo en conjunto resulta demasiado sorprendente para nosotros, avezados como estamos al grisáceo de la mediocridad. Sólo si nos dejamos tocar por el Señor, nuestros sentidos serán capaces de ver y de escuchar lo que hay de más bello y gozoso, en Dios, y en los hombres divinizados por Aquel que resucitó entre los muertos.
«La espiritualidad cristiana -escribió san Juan Pablo II- tiene como característica el deber del discípulo de configurarse cada vez más plenamente con su Maestro», de tal manera que -a través de una asiduidad que podríamos llamar «amistosa»- lleguemos hasta el punto de «respirar sus sentimientos». Pongamos en manos de Santa María la meta de nuestra verdadera «trans-figuración» en su Hijo Jesucristo.
ACTIVIDADES PARROQUIALES DE ESTA SEMANA
La parroquia publica también cada semana un Boletín Informativo digital que se distribuye por WhatsApp. Si quiere recibirlo envíe un mensaje al teléfono 636510356.