PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
(Continuación)
La actualidad, con todas sus circunstancias, favorables o perjudiciales, es tiempo del Adviento, en el que el Señor se hace presente en los sacramentos, en la Palabra de Dios, en el corazón del creyente que ora, en el trabajo realizado honradamente, en el prójimo, en las situaciones más adversas,…
El texto del Evangelio proclamado hoy (Lc. 21,25-28.34-36), del discurso escatológico de Jesús, nos es familiar en alguna de sus expresiones, pues lo meditábamos hace quince días en la versión de S. Marcos.
En la primera parte de hoy (Lc. 21,25-28), además de destacar al Dios todopoderoso que realiza signos en los astros y provoca maremotos, es importante resaltar las reacciones de las personas: “…angustia de las gentes, perplejas… desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad…” (Lc. 21,25.26). Junto a las reacciones humanas y como contrapunto, un anuncio que les (nos) debe llenar de ánimo, de esperanza,… “Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación” (Lc. 21,27-28). ¡¡Y tanto que Dios hará tambalear los astros y realizará maremotos!! ¿Acaso no nos cuesta cumplir siempre su voluntad y produce terremotos en nuestro corazón? ¿Nos es fácil descubrir a Dios presente en todos los momentos y circunstancias de nuestra vida? Pero, debemos tener la esperanza que Jesús, en quien creemos, sea misericordioso con todos. ¿Vivimos la virtud de la esperanza? ¿Somos esperanza para los demás? ¿Qué crees que esperan los demás de ti?
Resumiendo: Podemos contemplar estos signos maravillosos de dos formas diferentes: Con miedo (de ahí, la angustia, la ansiedad,…) o como personas de fe que, sin infravalorar el mal, “levantan la cabeza” y abren el corazón a la esperanza porque está seguro de la salvación.
En la segunda parte del texto (Lc. 21,34-36), los discípulos de Jesús vemos que su segunda venida no va a ser inminente,… no va a suceder mañana,… Mientras llega, ¿qué debemos hacer los cristianos? El Señor nos invita a estar vigilantes, alerta,… Que las diferentes ocupaciones de la vida, no únicamente las placenteras e inmorales, también los afanes de nuestra vida,… no emboten nuestro corazón y apaguen la esperanza. El Señor vendrá glorioso, nunca debemos perder de vista esta verdad. Rezemos, “…pidiendo…” (Lc. 21,36) que nos encuentre realizando obras de amor, porque somos personas de fe y de esperanza.
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TIEMPO DE ADVIENTO
(Continuación)
El Adviento tiene dos partes. La primera, desde este primer domingo, tiene un marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos. La segunda parte, desde el 19 de diciembre al 24 de diciembre, se centra en la primera venida de Cristo en su nacimiento como hombre y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en las historia, la Navidad.
Estas dos venidas de Cristo, que cronológicamente son distantes, en realidad se tocan, porque con su muerte y resurrección Jesús ya ha realizado esa transformación del hombre y del cosmos que es la meta final de la creación. La venida del Señor continúa; el mundo debe ser penetrado por su presencia. Y esta venida permanente del Señor en el anuncio del Evangelio requiere continuamente nuestra colaboración.
Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesias ofrece a los fieles para preparar la venida del Señor Jesús.
En esta preparación tiene un lugar muy importante nuestra Madre la Virgen que vivió muy de cerca la preparación del nacimiento de su Hijo. Ese sentido mariano de este tiempo especial lo vivimos en nuestra Parroquia a través de las novenas a la Inmaculada y a la Virgen de la Esperanza que vivimos las próximas semanas.
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CURSOS ALPHA
(continuación)
Ahora queremos organizar un nuevo curso Alpha a partir del 20 de enero del próximo año. Lo hacemos conscientes de que todavía estamos con la amenaza del virus y que tendremos que cuidar el uso de mascarillas y otras medidas necesarias. Pero tenemos la suerte de contar con un equipo de personas dispuestas a trabajar duro para sacarlo a delante, un grupo al que este año se incorporan algunos invitados del anterior curso.
Desde que pensamos en hacer esta actividad la vimos como algo que afecta a toda la parroquia, que estamos intentando llevar el mensaje de Cristo a gente nueva como una tarea que nos compete a todos los que vivimos nuestro seguimiento de Cristo en el ámbito de esta iglesia de Santiago el Real. Está claro que no todos pueden estar trabajando en el equipo que organiza Alpha, pero todos podemos colaborar, hacer nuestro este proyecto.
Podemos hacerlo procurando difundirlo llevando tarjetas explicativas del curso, que se pueden recoger en la parroquia, a amigos y conocidos. Y recordando que el apoyo más importante que necesitamos es la oración pidiendo a Dios por los que van a participar en el curso, para que el Espíritu Santo les ilumine y les acompañen en este camino de Alpha.
¡Nos gustaría contar con tu ayuda!
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