Ya hemos traspasado la mitad de nuestro tiempo de Cuaresma. Los días avanzan rápido. ¿Nos vamos preparando? Las cofradías están a toda marcha; los Vía Crucis; los carteles van apareciendo poco a poco anunciándonos nuevas actividades u “ocasiones” para vivirlas con el Señor.
Además de las Eucaristías, centro de nuestra vida y de nuestra parroquia, tenemos días especiales de oración:
En la oración estamos contigo Señor, y Tú, estás con nosotros. Gracias también por vuestras oraciones en casa.
Porque AMAMOS… queremos llenarnos del AMOR, de CRISTO, que fue capaz de amarnos hasta dar la última gota de sangre por ti y por mí, y romper las cadenas de nuestros defectos, malos modales, pesimismos, vicios, derrotismos, prontos, que nos encierran en el egoísmo y la soledad anestesiando nuestra capacidad de amar y de ser para los demás y para Dios.
Todos los miembros de cualquier cofradía son, por extensión, miembros de otra cofradía más amplia y grande como es la Iglesia; en condición de hermanos, ya que Jesús nos asignó la condición irrenunciable de hermanos.
Somos miembros de la fraternidad humana, con lo cual, consideraremos a todos los demás, como hermanos; además, lo hacemos a imagen de la Trinidad, potenciando la comunidad y la solidaridad, como hace Dios con cada uno de nosotros. Sabemos quién es el Hermano Mayor de todas y cada una de nuestras cofradías, Jesús, que experimentó el primer Viernes Santo de toda la historia y al que queremos acercarnos.
Formamos parte, también, como se ha indicado anteriormente, de una cofradía universal que nos acoge a todos y cada uno, la Iglesia. Con lo cual, asumimos el reto de ayudar a extender el Reino de Dios con cada uno de nuestros actos. Finalmente, en nuestras cofradías, deberemos experimentar una forma específica de fraternidad con todos los hermanos.
Como decían los Obispos del Sur de España, “las Hermandades y Cofradías son asociaciones de fieles laicos conscientes de su pertenencia a la Iglesia…. personas… que han asumido libremente su bautismo, por el que están incorporados a Cristo y son miembros vivos de su cuerpo, la Iglesia”.
Desde la Hoja Parroquial, felicitamos a los cofrades que han cumplido 50 años en nuestra Cofradía de Jesús Nazareno: Javier Hortelano, Antonio García, Manuel Quintana y Fernando Cabredo y a nuestro D. José Ignacio, que desde el cielo seguirá echándonos una mano.
Hoy, la liturgia nos ofrece un aroma anticipado de la alegría pascual. Los ornamentos del celebrante son rosados. Es el domingo “laetare” que nos invita a una serena alegría. «Festejad a Jerusalén, gozad con ella todos los que la amáis…», canta la antífona de entrada
Dios quiere que estemos contentos. La psicología más elemental nos dice que una persona que no vive contenta acaba enferma, de cuerpo y de espíritu. Ahora bien, nuestra alegría ha de estar bien fundamentada, ha de ser la expresión de la serenidad de vivir una vida con sentido pleno. De otro modo, la alegría degeneraría en superficialidad y majadería. Santa Teresa distinguía con acierto entre la “santa alegría” y la “loca alegría”. Esta última es sólo exterior, dura poco y deja un regusto amargo.
Vivimos tiempos difíciles para la vida de fe. Pero también son tiempos apasionantes. Experimentamos, en cierta manera, el exilio babilónico que canta el salmo. Sí, también nosotros podemos vivir una experiencia de exilio «llorando la nostalgia de Sión» (Sal 136,1). Las dificultades exteriores y, sobre todo el pecado, nos pueden llevar cerca de los ríos de Babilonia. A pesar de todo, hay motivos de esperanza, y Dios nos continúa diciendo: «Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti» (Sal 136,6).
Podemos vivir siempre contentos porque Dios nos ama locamente, tanto que nos «dio a su Hijo único» (Jn 3,16). Pronto acompañaremos a este Hijo único en su camino de muerte y resurrección. Contemplaremos el amor de Aquel que tanto ama que se ha entregado por nosotros, por ti y por mí. Y nos llenaremos de amor y miraremos a Aquel que han traspasado (Jn 19,37), y crecerá en nosotros una alegría que nadie nos podrá quitar.
La verdadera alegría que ilumina nuestra vida no proviene de nuestro esfuerzo. San Pablo nos lo recuerda: no viene de vosotros, es un don de Dios, somos obra suya (Ef 2:8). Dejémonos amar por Dios y amémosle, y la alegría será grande en la próxima Pascua y en la vida. Y no olvidemos dejarnos acariciar y regenerar por Dios con una buena confesión antes de Pascua.
ADORACIÓN EUCARÍSTICA
El próximo martes día 12 tendremos Adoración Eucarística de 9 de la mañana a 6,30 de la tarde. Como tenemos que celebrar la Misa a las 12, a las 11,45 se retirará la custodia y se reservará el Santísimo en el sagrario para celebrar la misa. Al final de esta se volverá a exponer la custodia hasta las 18,30 en que se hará una oración eucarística y la Bendición Solemne.
ACTIVIDADES DE LA COFRADÁ DEL NAZARANO
La Cofradía guiará el Via Crucis del viernes 15, seguido del Besa Pies al Cristo Antiguo. El sábado 16 comenzará el Septenario a la Virgen de los Dolores. El domingo 16 se realizará un ensayo solidario con La Cruz Roja