Ya estamos metidos en la Cuaresma. 40 días, ya lo sabemos, de oración, ayuno y limosna. Todo por llegar a celebrar la gran fiesta de los cristianos: la MUERTE Y LA RESURRECCIÓN DE NUESTRO SEÑOR.
¡Cómo nos cuesta avanzar! Por eso, cada año, la Iglesia nos “vuelve” a hacer “revivir” el sentido de nuestra Fe. Que Jesucristo está vivo. Que Dios nos quiere. Que estamos invitados a su Reino.
Por eso nos preparamos con celebraciones que, aunque sin Gloria y Aleluya, quieren que purifiquemos nuestro corazón; que nuestro amor sea más grande. Las lecturas de la Palabra de Dios son escogidas para ayudarnos a ello.
Nos preparamos también mirándonos un poco más por dentro. ¡Qué cantidad de días que vamos “tirando como podemos”! La Cuaresma es un tiempo especial para mirar lo que no va bien, lo que no nos damos cuenta, y el mal que hacemos a Dios y a los demás. De todo ello tenemos que ayunar.
Y, por último, la limosna nos invita a ser generosos. Ser generoso para echar una mano a los que no tienen tanto como yo; ser generoso para mostrar el amor de Cristo y de María; ser generosos para “anunciar” que Dios es misericordioso y que su Hijo vence al mal.
Sin duda, tenemos una hermosa tarea para anunciar todo esto que celebramos con nuestros pasos y Cofradía. ¡Qué gozada salir a la calle! ¡Sin vergüenza decir que somos amados de Dios y que Dios ama a todos! Que no se nos pasen estos días SIN PREPARARNOS
Dios comunica la libertad: «Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto». También hoy el pueblo de Dios lleva dentro de sí ataduras. Por ejemplo, cuando nos falta esperanza. Dios educa a su pueblo para que abandone sus esclavitudes y experimente el paso de la muerte a la vida. Y nos atrae hacia sí y susurra palabras de amor a nuestros corazones.
Para que nuestra Cuaresma sea concreta, el primer paso es querer ver la realidad. Hoy “llega al cielo el grito de tantos hermanos y hermanas oprimidos”. Preguntémonos: ¿nos llega también a nosotros? ¿Nos sacude? ¿Nos conmueve?
Otro paso es no estar ciegos y darnos cuenta de que sigue quedando en nosotros una inexplicable añoranza por la esclavitud. Es como una atracción hacia la seguridad de lo ya visto, en detrimento de la libertad. Mas Dios nos ve, se conmueve y libera. ¿Deseo un mundo nuevo? ¿Estoy dispuesto a romper los compromisos con el viejo?
Y otro paso más, necesario, es actuar: detenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, y detenerse como el samaritano, ante el hermano herido. Que la Cuaresma sea también un tiempo de decisiones comunitarias, de pequeñas y grandes decisiones a contracorriente, capaces de cambiar la cotidianeidad de las personas y la vida a nuestro alrededor. La fe y la caridad llevan de la mano la siempre pequeña esperanza de la libertad.
Hoy, la Iglesia celebra la liturgia del Primer Domingo de Cuaresma. El Evangelio presenta a Jesús preparándose para la vida pública. Va al desierto donde pasa cuarenta días haciendo oración y penitencia. Allá es tentado por Satanás.
Nosotros nos hemos de preparar para la Pascua. Satanás es nuestro gran enemigo. Hay personas que no creen en él, dicen que es un producto de nuestra fantasía, o que es el mal en abstracto, diluido en las personas y en el mundo.¡No!
La Sagrada Escritura habla de él muchas veces como de un ser espiritual y concreto. Es un ángel caído. Jesús lo define diciendo: «Es mentiroso y padre de la mentira» (Jn 8,44). San Pedro lo compara con un león rugiente: «Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente buscando a quién devorar. Resistidle firmes en la fe» (1Pe 5,8). Y San Pablo VI enseña: «Es el enemigo número uno, es el tentador por excelencia. Sabemos también que este ser oscuro y perturbador existe de verdad y que con alevosa astucia actúa todavía».
¿Cómo? Mintiendo, engañando. Donde hay mentira o engaño, allí hay acción diabólica. «La más grande victoria del Demonio es hacer creer que no existe» (Baudelaire). Y, ¿cómo miente? Nos presenta acciones perversas como si fuesen buenas; nos estimula a hacer obras malas; y, en tercer lugar, nos sugiere razones para justificar los pecados. Después de engañarnos, nos llena de inquietud y de tristeza. ¿No tienes experiencia de eso?,
¿Nuestra actitud ante la tentación? Antes: vigilar, rezar y evitar las ocasiones. Durante: resistencia directa o indirecta. Después: si has vencido, dar gracias a Dios. Si no has vencido, pedir perdón y adquirir experiencia. ¿Cuál ha sido tu actitud hasta ahora?
La Virgen María aplastó la cabeza de la serpiente infernal. Que Ella nos dé fortaleza para superar las tentaciones de cada día.
ESTE DOMINGO 18
Este domingo,día 18 y como cada mes celebramos la Virgen de la Esperanza. Habrá la presentación de niños a la Virgen y la bendición de familias que esperan el nacimiento de un hijo que hacemos en la misa de las 19:00h
EL PRÓXIMO DOMINGO 25
En la misa que celebrará el Sr. Obispo a las 12,30 se hará un homenaje a los matrimonios que durante el año 2023 celebraron sus bodas de oro y/o de plata. Conviene recordárselo a nuestros amigos y conocidos.
.La parroquia publica también cada semana un Boletín Informativo digital que se distribuye por WhatsApp. Si quiere recibirlo envíe un mensaje al teléfono 636510356.
