Este tercer domingo de Adviento nos va acercando a la alegría que siente cada familia cuando un nuevo hijo nos ha nacido. Seguimos preparando algunas cositas y sobre todo vamos preparando nuestro corazón para que no se nos pase desapercibido lo fundamental.
Juan Bautista nos invita a prepararnos, y María, se preparaba para “dar a luz” a la Luz. Por eso, miramos a nuestra Madre La Virgen de la Esperanza. Y es que la cercanía de un parto debe estar lleno, a pesar de todos los pesares y dificultades, lleno de Esperanza.
Pero no vale con celebrar solo “cositas” que pasan sin más ni más, sino que es fundamental ponerse en actitud humilde, como María, para que Cristo reine en nuestras vidas. Por eso, esta semana, el jueves, celebraremos a las 18h30 el Sacramento del Perdón (esa tarde no habrá Misa).
Necesitamos pedir perdón a Dios, y hacerlo todos juntos; necesitamos pedirnos perdón; necesitamos abrirnos a la Misericordia de Dios y recibir, como parroquia, el perdón y la paz de Dios.
Os invitamos a no faltar a esta celebración de toda la parroquia. Pediremos perdón todos juntos y después lo haremos individualmente ante un sacerdote (habrá varios), y terminar dando gracias todos a Dios porque es eterna su misericordia.
Una de las ayudas que la Parroquia ofrece a los feligreses, para crecer en la fe y en el amor a Jesús y a la Viren María, es el rezo del Santo Rosario.
En esta devoción se rezan 20 misterios, en ellos se contempla la vida de Jesucristo y de la Virgen María, recitando después de proclamar cada misterio, un Padre Nuestro, diez Avemarías y Gloria.
El Santo Rosario es una oración dada por María a Santo Domingo de Guzmán en 1208, diciéndole que lo propagara y que se utilizase como arma poderosa contra los enemigos de la Fe.
Muchos milagros se han atribuido al rezo del Santo Rosario.
La historia nos recuerda el triunfo de los cristianos en la batalla de Lepanto el 7 de octubre de 1571 después de haber rezado el rosario, por lo que en esta fecha se celebra en la Iglesia la “fiesta del Rosario”.
No dejemos que esta devoción decaiga. Os invitamos a potenciar esta arma sencilla, y poderosa para combatir los peligros y acontecimientos de sufrimiento que se presentan en nuestras vidas. El Santo Rosario es una oración válida y necesaria, que se puede rezar solo o en familia.
En esta parroquia lo rezamos todos los días a las 18h30.
Que lleguemos a experimentar su eficacia y podamos sentir lo de San Juan Pablo II que decía: “El Santo Rosario es mi oración predilecta ¡Plegaria maravillosa! Maravillosa en su sencillez”
La liturgia conoce este tercer domingo de Adviento como el domingo de Gaudete, imperativo que aparece en la segunda lectura de hoy: “Estad siempre alegres” (semper gaudete: 1 Tes 5,16). Y es que la llegada de Jesucristo inunda de gozo a los creyentes que lo esperan con ansia. San Pablo se refería en la 1 Tesalonicenses a la segunda venida del Señor en gloria; los cristianos en esta Navidad conmemoraremos su primera venida en carne. La memoria de la primera dispone a la segunda, y tanto una como otra nos conducen al gozo. El motivo de la alegría también aparece en la metáfora nupcial de la profecía de Isaías (“Desbordo de gozo en el Señor, y me alegro con mi Dios”) y en el Magnificat de María (“se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador”), que hoy hace las veces de salmo responsorial. Nadie mejor que la madre expectante como modelo que imitar en esta invitación a la alegría.
Además de la alegría, un segundo tema recorre las lecturas de hoy: el mesianismo de Jesús. “Mesías” es un término hebreo que significaba “ungido”. En la lectura de Isaías, el profeta afirma que ha sido “ungido” por el Espíritu del Señor para anunciar el evangelio a los pobres y a los que sufren. Los primeros cristianos reconocieron que este oráculo se cumplía en Jesús (cf. Lc 4,16-20). En el Evangelio de hoy la temática mesiánica también aparece. El Bautista, frente a la insistencia de sacerdotes y levitas, confiesa que él no es el Mesías. Nótese que aquí Juan no es descrito como el profeta apocalíptico que llamaba a la conversión ante el juicio, sino que aparece como el testigo valiente del Mesías, la voz que precede a la Palabra, el precursor de la luz. Él concluye declarando que ya está en medio de ellos una persona misteriosa, “uno que no conocéis”, y que es quien realmente deben esperar. ¿Acaso reconoceremos nosotros esta Navidad quién es el verdadero Mesías?
COLECTA DE NAVIDAD
La colecta que todos los años se hace a favor de los pobres el do-mingo anterior a Navidad, se hará en nuestra parroquia este domingo 17 de diciembre.
TELÉFONOS DE LA PARROQUIA
Entra en funcionamiento el teléfono 686 325 686 para atender todo lo referente a la acogida de peregrinos. El teléfono parroquial 941 209 501 se seguirá usando para uso exclusivo de todo lo relacionado con la parroquia
